El valor de la tolerancia de corte, no sólo afecta directamente a la calidad de las piezas cortadas sino también a la vida de los útiles. En la práctica, la tolerancia de corte siempre se debe aplicar tomando como referencia dos valores fundamentales: 1) El espesor del material y 2) Su resistencia al corte en Kg. mm2.
La forma de aplicarla es la siguiente:
Tomando como punto de partida el valor de la Resistencia al corte del material -columna izquierda de la tabla nº.1-, multiplicaremos su correspondiente “Factor de tolerancia” -columna de la derecha-, por el espesor “s” de la chapa.
El valor resultante de dicha operación, será la tolerancia TOTAL de corte que aplicaremos entre la medida del punzón y la matriz.
La forma de aplicarla es la siguiente:
Tomando como punto de partida el valor de la Resistencia al corte del material -columna izquierda de la tabla nº.1-, multiplicaremos su correspondiente “Factor de tolerancia” -columna de la derecha-, por el espesor “s” de la chapa.
El valor resultante de dicha operación, será la tolerancia TOTAL de corte que aplicaremos entre la medida del punzón y la matriz.
Como podemos observar en la tabla, los valores indicados en la columna de la derecha “Factor de Tolerancia”, aumentan progresivamente al mismo tiempo que lo hacen los de la izquierda correspondientes a la Resistencia del material.
Esto quiere decir que, cuanto mayor sea la resistencia del material tanto mayor será la tolerancia de corte, independientemente de que el espesor siga siendo el mismo.
Esto quiere decir que, cuanto mayor sea la resistencia del material tanto mayor será la tolerancia de corte, independientemente de que el espesor siga siendo el mismo.
Por otro lado, la durabilidad de los elementos cortantes del utillaje, así como la calidad del corte en las piezas, no solo dependen de la correcta aplicación de la tolerancia de corte, sino también de otros muchos factores de influéncia como por ejemplo; la adecuada lubricación de la chapa, la calidad de los aceros de construcción, sus tratamientos térmicos, el mantenimiento del utillaje, ….. etc.
Una tolerancia de corte correcta: -figura de la derecha- comporta un acabado superficial de la chapa, en el que sus caras cortadas aparecen con un 1/3 de su espesor ligeramente brillante -zona de entrada del punzón-, mientras que las 2/3 partes restantes tienen una superficie rugosa y sus paredes aparecen ligeramente cónicas -zona de salida del punzón-.
Una tolerancia excesiva:-figura de la izquierda- provoca un desgarro exagerado en las caras cortadas y un mayor desgaste de los elementos cortantes del utillaje. Al mismo tiempo, dichas caras quedan más cónicas que en el caso de una tolerancia correcta y la fuerza de corte aumenta ligeramente. En esas condiciones, el utillaje no trabaja adecuadamente y las piezas quedan con rebabas.
Una tolerancia insuficiente -figura de la derecha- provoca una pared brillante en casi todo el espesor de la chapa, pero al mismo tiempo ocasiona un mayor e innecesario desgaste del utillaje. Por otro lado, las paredes cortadas quedan mas verticales que en el caso anterior, pero se producen pequeños desgarros y desprendimientos del material que ocasionan “gripados” en los elementos deslizantes del utillaje.
En resumen, bajo ningún concepto, la tolerancia de corte jamás debe aplicarse en porcentajes del 5%, del 10% o del 15% respecto al espesor de la chapa, lo correcto, es hacerlo de acuerdo a los dos factores que hemos indicado anteriormente y que volvemos a recordar -la Resistencia y el Espesor del material-.
Un error de aplicación en este sentido -bastante frecuente en algunos casos- nos conducirá a trabajar inadecuadamente, puesto que lo haremos con una misma tolerancia de corte aún cortando dos materiales de distintas resistencias. Un ejemplo de ello podría ser el hecho de cortar Acero Inoxidable y el Aluminio de 2.0mm. de espesor, sin tener en cuenta que sus valores de resistencia a la cizalladura son de 60 y de 8kg.mm2 respectivamente.
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